Marchar contra el rey Sadim 2022/11/13 | Excélsior

2022-11-14 15:00:02 By : Ms. hujiao Tang

Se ha dicho mucho sobre la marcha en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE) y en contra de la reforma electoral que promueve el presidente Andrés Manuel López Obrador.

La marcha no es en contra el tabasqueño o su gobierno, sí es contra el rey Sadim (Midas al revés) que a todos los organismos autónomos que toca las convierte en polvo. Lo hizo con la CRE, la CNDH, el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), incluso con la Suprema Corte de Justicia de la Nación de la que comprometió su autonomía al proponer —y su partido elegir— ministros a modo. La lucha es contra ese rey Sadim, que ha señalado su interés de eliminar los órganos soberanos para matar víbora en viernes: quitarse instituciones incómodas y utilizar los recursos que hoy se les entrega para sus obras emblemáticas pero fallidas.

Tampoco es, como los detractores de la marcha han señalado, la marcha de Claudio X. González o de las organizaciones convocantes que están del lado oscuro de la fuerza. La gran mayoría de quienes asistirán, no tienen en su directorio a X. González, ni siquiera saben quién es y, difícilmente, podrían mencionar a los organizadores. Es una manifestación ciudadana, donde la mayoría de quienes asistirán fueron convocados por amistades o familiares, se enteraron a través de las redes sociales o los medios de comunicación. Son convencidos que el INE es la última barra de contención para el interés de perpetuarse en el poder, de saltarse las leyes y el Estado de derecho.

Evidentemente no es una marcha del PRI o del PAN. Al contrario, qué bueno que los dirigentes de estos partidos asistan para que escuchen la voz de la gente; que les sea más difícil venderse, como sucedió con el PRI en la reforma de la Guardia Nacional.

No es la marcha de las personas “racistas, clasistas y muy hipócritas” de los fifís o que van a misa los domingos, como el Presidente denostó. Es una marcha ciudadana a la cual, incluso se espera que asistan los lopezobradoristas que aman al Presidente, pero que hoy quieren decirle que tiene su simpatía, pero no sus cerebros o sus almas; que lo quieren con el corazón, que le agradecen el dinero mensual o bimestral que les da, pero por lo mismo necesitan cuidarlo de cometer una tontería, como pasar a la historia como el Presidente que fue capaz de destrozar la democracia que juró defender.

Marcharan gente de todas las clases sociales, la media que ha sido tan satanizada por la 4T, los ricos, pero también los más desfavorecidos, porque se trata de defender lo que tantos años le tomó al país construir: una democracia imperfecta, pero en manos de ciudadanos, y no del gobierno al que un día se le caía el sistema, y al otro favorecida al partido en el poder.

No es la marcha para defender al consejero presidente o a los consejeros del INE, sino a una institución que ha organizado 18 procesos electorales nacionales de 1991 a 2012 y 300 elecciones nacionales y locales desde 2014, ya como INE.

Esta marcha será especialmente importante, porque si alguien sabe el poder de la movilización es el Presidente que utilizó esta herramienta como forma de hacer política y ganar seguidores. Así, utilizando su mismo lenguaje la gente saldrá a las calles para exigirle que no toque al INE, que su partido no tiene la autoridad moral de hablar de elecciones cuando no pueden ni siquiera organizar unas internas y que insistir en su reforma electoral en los términos que hoy están sobre la mesa, será el principio de su final.

Por lo que es y por lo que no es la marcha de hoy, es que los ciudadanos, el pueblo bueno y sabio, debe congregarse mañana a las 10:30 en el Ángel de la Independencia y decir #ElINENoSeToca.